PUNTOS DE RECICLAJE

Reportaje Vidrio Laminado

El inédito proyecto colaborativo de reciclaje que busca darle una nueva vida al vidrio laminado

Según la compañía, para fines de 2022 se habrán fabricado más de 5 mil toneladas de botellas con vidrio laminado entre sus componentes. Acá, Cristalerías Chile y Circularis entregan su visión de esta innovadora iniciativa de tratamiento de residuos.

Nuestro planeta está viviendo las consecuencias de un cambio climático que, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, avanza rápidamente, aunque aún con chances de disminuir sus impactos en el ecosistema.

Es por eso que el mundo hoy mira con atención cómo las personas, empresas e instituciones se hacen cargo de cambiar sus conductas, cobrando especial relevancia el tratamiento de los residuos y si somos capaces de disminuirlos o de darles una segunda vida de forma colaborativa.

Eso es al menos lo que Cristalerías Chile ha querido mirar con el reciclaje del vidrio y que hoy suma un relevante hito de la mano de Circularis, un emprendimiento local de la comuna de Llay Llay con el que comparten un sueño junto a otros actores de la industria. Es así como nació el inédito proyecto colaborativo de reciclaje que busca darle una nueva vida al vidrio laminado.

Los orígenes

El sueño comenzó varios años atrás, cuando el ingeniero comercial Rodrigo Gantz, un emprendedor de la comuna de Llay Llay que trabajaba pulverizando rocas a través de un molino especial, se acercó a la compañía para apoyar en proyectos de tratamiento de vidrio de botellas y envases.

“Me junté con un conocido que es ingeniero metalúrgico que tenía la inquietud de trabajar además en minería -con otro proyecto-. Hicimos buen match porque teníamos la idea de la economía circular, de darle la vuelta a cosas para reutilizarlas o bien reciclarlas. Y esta era la lógica que conversábamos con Jorge Romero, Jefe de Reciclaje de Cristalerías Chile”, indica.

La pandemia del Covid-19 impidió mayores avances. Sin embargo, el contacto entre ambos se mantuvo y en algún momento salió una idea innovadora para tratar el vidrio laminado. Luego de diversas pruebas, Cristalerías Chile y Rodrigo Gantz habían logrado lo imposible: descubrir la forma de poder transformar el vidrio laminado de residuos en materia prima para nuevos envases y botellas de vidrio.

Así llegamos a septiembre de 2021, donde Rodrigo Gantz recibió la llamada de Jorge Romero para consolidar el apoyo con unas toneladas de vidrio laminado desde el sur para procesar. Luego de esto, darían el siguiente paso: Cristalerías Chile quería que fuera Rodrigo y no otro el encargado de procesar el vidrio laminado. “Jorge me insistió en que quería trabajar con nosotros. En el fondo él quebró el paradigma de que sí se podía usar vidrio laminado”, señala el líder de Circularis.

El protagonista de la historia

Según el Estudio GFK Adimark de 2021, el vidrio es uno de los materiales que más se recicla en nuestro país y es percibido por los consumidores como el envase más sostenible y amigable con el medio ambiente.

Es justamente este último elemento el que, entre otras cosas, motivó a Circularis a trabajar con Cristalerías Chile. “Tiene esa gracia de que lo puedes reciclar infinitas veces sin perder nada prácticamente: agarras un vidrio, lo transformas de nuevo en otra cosa y eso mismo, si se rompe, lo metes de nuevo en el proceso y vuelves a sacar algo de vidrio”, dice Rodrigo.

En este caso es el vidrio laminado el protagonista, un producto cuyos residuos prácticamente se iban a los vertederos. Es ahí donde Jorge Romero vio una oportunidad. “Nosotros nos juntamos con ACHIVAL (Asociación Gremial Chilena del Vidrio y Aluminio), que reúne a gran parte de la industria de las vidrieras, porque ellos tenían un problema: el residuo que más generan es vidrio laminado. 

Nosotros ya trabajábamos con ellos con el vidrio de ventanas, así que fue super bueno pensar ‘les vamos a dar una solución para reciclar un producto que ellos no están reciclando’”.

Así, con el trabajo colaborativo de otros actores como Dialum, Dellorto, Glasstech, Lirquén, Patagonia, entre otras, se fue dando lo que finalmente se transformó en realidad: tomar el vidrio laminado y procesarlo junto a Circularis para llevarlo a Cristalerías Chile y ser integrado otra vez en el proceso de producción.

“Esta innovación permite darle una nueva vida al vidrio laminado, cosa que hasta ahora no era posible. Para lograrlo fue necesario desarrollar un proceso innovador, tecnológico y sostenible, que permitiera transformar este residuo en un material factible de ser utilizado como materia prima”, señala Jorge Romero.

Visión estratégica

Este proyecto inédito del tratamiento del vidrio laminado tiene tras de sí un elemento clave: la Estrategia de Sostenibilidad 2030 de Cristalerías Chile, una hoja de ruta nacida bajo el alero del propósito “Creamos Envases que Cuidan la Vida”.

“El objetivo de nuestra estrategia es posicionar a nuestros envases de vidrio como los más sustentables del mercado, abriendo oportunidades comerciales para nuestros clientes en mercados nacionales e internacionales. Estamos convencidos que el envase sí importa y el cómo hacemos las cosas también”, declara Claudia López, Subgerenta de Sustentabilidad de Cristalerías Chile.

De ahí que la relación con Circularis y ACHIVAL sea tan relevante. En palabras de Claudia López, explorar en nuevas fuentes de vidrio reciclado como lo es el vidrio laminado “va en esa dirección, ampliando el ecosistema de reciclaje de vidrio, involucrando a más actores industriales, multiplicando el impacto ambiental con territorios más limpios y vertederos y rellenos sanitarios con mayor vida útil y respondiendo a las expectativas de nuestros clientes en este ámbito”.

La ejecutiva plantea que estas iniciativas también permiten avanzar en el compromiso de la compañía por alcanzar niveles altos de reciclabilidad en los envases. De hecho, la Ley REP establece como meta al séptimo año de funcionamiento, recuperar y reciclar el 37% de los envases de vidrio del mercado nacional.

Pero la compañía apunta más allá. “Nos hemos comprometido con el 50% de vidrio reciclado para los envases de la manera más sostenible posible: sin aumentar la huella de carbono del producto, por temas como el traslado del vidrio recuperado; y por supuesto, mantener la competitividad de nuestros productos frente a los sustitutos”, señala Claudia.

El futuro

Para Rodrigo Gantz la economía circular no es ajena. Desde su propio hogar y en todos sus proyectos ha estado pendiente de la gran cantidad de desechos que deja todo proceso. “Es un tema de convicción personal. Tomamos conciencia de la cantidad de residuos que uno genera solamente en la casa, y que es reciclable, y ahí empezó esa inquietud. Cuando uno cambia de switch y es consciente de eso, empiezas a actuar en concordancia”.

Por eso, tener la oportunidad de poder tomar vidrio laminado desechado y transformarlo en materia prima para otro producto, es un avance cuyas cifras además son atractivas. De hecho, según proyecciones de Cristalerías Chile, para fines de 2022 se habrán fabricado más de 5 mil toneladas de botellas con vidrio laminado entre sus componentes, con una disminución en la huella de carbono de todo el proceso de transporte en torno a un 42%. A claras luces, un avance desde todo punto de vista.

“Con esto, estás recogiendo algo que está botado y lo estás transformando en un producto utilizable. Y el proceso fue espectacular: nos dimos cuenta a punta de pruebas y error de que así es la innovación al final. Es buscar formas distintas de hacer lo mismo y que se podía”, dice Rodrigo Gantz.

“La idea de nosotros es consolidarnos con el tema vidrio, entender bien y dominar el acopio, procesamiento y entrega de vidrios laminados. Además, queremos potenciar el trabajo local”, señala Rodrigo. “Siempre te dicen que el vidrio se puede reciclar, pero cuando te metes en otros tipos de vidrios te das cuenta que no. Nosotros nos quisimos adelantar a esto, especialmente si lo podemos hacer a través de un trabajo colaborativo con un emprendedor de la comuna de Llay Llay, una de nuestras zonas de influencia”, declara Jorge Romero.

A futuro, la compañía ha asumido el desafío de tener el primer centro de innovación y desarrollo para el tratamiento y valorización del vidrio en el país, permitiendo así el acopio de vidrio en la zona norte de manera inédita para Chile y así satisfacer una necesidad que hasta el momento ha estado cubierta por plantas instaladas solo en la zona centro sur. Así, la idea de tomar vidrio desechado para crear nuevos envases y botellas desde todo Chile sigue siendo cada vez más una realidad.

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